Tenía el don de la música. Su voz atraía a los hombres en miles de leguas a la redonda. Ofrecía sus melodías todas las noches desde que salía la primera estrella hasta que empezaba a estirar sus somnolientos rayos el sol.
Cuentan que todos, uno tras otro, sucumbían a sus tonadas. Nadie comprendía que aquella sirena no cantaba, se lamentaba por el desprecio de su amado Poseidón.
Con este relato participo en el "Reto 5 lineas" del mes de agosto, en el bloc de Adella Brac.
Las palabras que hay que utilizar son "Sirena, Hombres, Tenía"