Camino despacio pasillo arriba, pasillo abajo. Mis manos tantean las paredes, buscan los interruptores de la luz, intentan alcanzar los marcos de los cuadros.
Agarro los pomos de las puertas y, decidido, abro cada una de ellas. Paseo por las estancias, acaricio los muebles, percibo los olores.
Siento en mi piel cada una de las sensaciones que creí olvidadas.
Mi ceguera tras el accidente me ha hecho recapacitar, ahora entiendo por qué mi padre no me dejaba conducir.
Relato escrito para el Reto 5 líneas de Adella Brac del mes de febrero.
Las palabras DESPACIO, MANOS y ENTIENDO deben aparecer en él.