top of page
Buscar
  • Foto del escritorVirtudes Torres Losa

… del color con que se mira


Habíamos quedado a través de un chat de contactos. Camisa blanca de encaje y un chal, dijo ella que llevaría, yo una sudadera gris. Quedó en recogerme y llevarme a su casa. Dijo que la próxima cita sería donde yo dijera, pero en esta ocasión sería ella quien escogería el sitio donde iríamos.

CHICA personaje para el RETO

Condujo durante un buen rato tomando carreteras secundarias hasta llegar a un lugar aislado rodeado de árboles que apenas dejaban ver el precioso chalet que había tras ellos. Pasamos y a oscuras me llevó hasta una de las puertas que, como las demás, estaba cerrada. Abrió y, para mi sorpresa, un inmenso cuarto de baño iluminado por múltiples velas aromáticas, apareció ante mis ojos. Cabina de hidromasaje, jacuzzy, una camilla de masaje y hasta una sauna. Toallas mullidas y toda clase de cremas geles, champús y todo estaba a mi disposición.

La chica pasó su mano por mi pelo y empezó a desabrocharme la camisa. Después se fue hasta el jacuzzy y abrió el grifo del agua, volcó sobre esta unas perlas de jabón y sales que se deshicieron al momento y las burbujas empezaron a flotar sobre el agua que ya empezaba a tomar temperatura.

JACUZZY, escenario para el RETO

Yo seguía con la mirada cada uno de los movimientos de la chica. Estaba algo confuso tanto por su actitud como por ver que ella creía saber lo que yo quería hacer. Su seguridad me puso en alerta. ¿No sería esto un juego de esos de cámara oculta? Yo no tenía nada que perder -me dije- así que muchacho aprovecha que esto no se da todos los días.

Estaba ya en el agua cuando la chica se quitó la camiseta y los vaqueros que llevaba y pensé que iba a acompañarme en el baño, pero se quedó en ropa interior y se puso tras de mí limitándose a pasar con suavidad la esponja por mi espalda. Yo intentaba disfrutar, relajarme, pero todo me resultaba tan extraño que me obligaba a permanecer alerta.


PINTURAS objeto para el RETO

Fue hasta un armario y sacó unos botes de colores. Con un guiño fue volcando el contenido del bote verde en el agua. Asombrado y sin darme tiempo de reaccionar

una gran cantidad de algas empezaron a enredarse en mis piernas y pecho. Después con una sonrisa que por momentos se iba tornando en una mueca maléfica, vació el contenido del bote amarillo. Al momento decenas de ojos con gafotas empezaron a flotar en el agua. ¡Eran minions! y todos hablaban a la vez, me volvían loco con sus parloteos.


Quería salir del agua pero la chica me empujó y rompió otro de los botes que también cambió el color del líquido en el que yo estaba sumergido. Esta vez era marrón. Un olor fétido y vomitivo impregnó mis fosas nasales mientras el agua iba volviéndose cada vez más espesa.

‒‌¡Deja que me vaya!, ¿qué te he hecho yo para que me estés haciendo esto? La chica reía maliciosamente, se acercaba de nuevo con las manos en la espalda seguro que traía otro de esos botes del demonio.

‒‌¿Cuál es el color que vas a utilizar ahora? ‒‌dije. Y sin darme

foto portada de un puzzle.

tiempo a reaccionar volcó el color rojo y el agua cambió de nuevo despidiendo un olor dulzón que me revolvió el estómago. Me estaba mareando. Lo que empezó como un encuentro con síntomas de un final perfecto iba a acabar mal. Aproveché que se volvió a por otro bote para salir de aquel líquido nauseabundo, pero fue más rápida y en un segundo un litro de algo negro cayó sobre mi cabeza. Di un respingo al reconocer que era petroleo.

‒‌No te preocupes chaval que ahora mismo vas a entrar en calor ‒‌dijo sosteniendo en su mano una caja de la que sacó una cerilla y prendiéndola la arrojó hasta mi.

‒‌Estás loca. ¿por qué me haces esto?

‒‌No es nada personal. Simplemente me gusta jugar y hoy tú has sido mi juguete.

Como pude di un salto escapándome de aquel agua inmunda y, escurriéndome llegué hasta la puerta tomando a la carrera un albornoz que encontré sobre el lavabo. No esperé a recuperar mi ropa, llegué hasta el coche que aún tenía las llaves puestas y pisando a fondo el acelerador salí disparado de aquel lugar. No había llegado aún al camino que me unía con el mundo civilizado cuando escuché una gran explosión. Aquel precioso chalet era ya historia.

Foto de una grabación televisiva

Por fin estoy en casa lavado y perfumado, me ha costado bastante quitarme el olor que traía, lo que no me he podido quitar de la cabeza es quién era la chica y por qué me eligió para ese juego tan macabro.

***

Son las diez de la noche. Empieza el reality show con más audiencia del momento. En la pantalla una chica rubia viste una camisa blanca de encaje y un chal, un chico con una sudadera gris espera...


Este relato ha sido escrito para el Va de RetRo de noviembre del Blog de JascNet "Acervo de Letras"

12 visualizaciones3 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page