Su cuerpo casi perfecto relucía bajo el sol del atardecer. Yo no debía mirarlo, se me negaba esta opción; al igual que mi pueblo todos debíamos permanecer con la mirada baja o de espaldas a tan esplendoroso espectáculo.
Decidí ocultarme tras unos helechos que me proporcionaban ver sin ser vista.
Mi corazón gozaba y mi pulso se aceleraba de tal forma que creí que iba a ser escuchado en toda la selva.
La barca seguía su pausado avance; en medio de la laguna mi ídolo se despojaba de la capa que lo cubría, los sacerdotes seguían untando el polvo de oro sobre su piel. Yo maldecía no ser uno de ellos.
Después mi deidad se sumergía en las aguas color esmeralda para aparecer más brillante aún, despojado del oro.
Aquella imagen me obsesionaba, jamás podría estar a mi alcance. Por fin encontré la solución. Hoy, bajo estas aguas rebosantes de piedras preciosas y de oro, he esperado su baño y me he unido a mi gran amor.
Ahora aquí, en el fondo, por fin somos uno.
En esta propuesta se trata de que aparezca el color AMARILLO en cualquiera de sus tonalidades o, simplemente se mencione en el relato que no debe sobrepasar las 200 palabras.