El edificio donde yo vivo tiene nueve apartamentos. Hoy en los nueve se han recibido sendas declaraciones de amor. La chica del 1, que es la presidenta de la comunidad, nos ha mandado un wassap al grupo convocándonos urgentemente para ver de dónde habÃa partido esa idea.
Nadie ha admitido haber sido la mano ejecutora de dichas misivas. El chico del 2 ha dicho que no le queda tiempo para ñoñeces de quinceañeras. Bastante tiene con su gimnasio, sus cremas y dietas,
como para ponerse a pensar en amorÃos.
La del 7 que es muy alegre, dijo que ella estaba ilusionadÃsima, que no sabÃa de quién venÃa esa bonita carta pero que la iba a enmarcar y la pondrÃa en su mesita de noche. Después se fue cantando.
La del 4 estuvo toda la reunión como alelada y, de vez en cuando, se le escapaba un suspiro que nos hacÃa volver la mirada hacia ella, llegamos a pensar que en uno de esos suspiros se iba a dar la vuelta como un guante.
Las chicas del 5 y del 8 estuvieron todo el rato dedicándose miraditas cómplices que a veces se cruzaban con las miradas lascivas de los ojos de Otelo el chico del piso 9.
Yo no he escrito esas cartas. No estoy programado para ello; en cuanto al del apartamento 3, no creo que haya sido él, ValentÃn ha pasado toda la reunión de rodillas y rezando.
(Este relato forma parte del mini reto especial S. ValentÃn, del blog FantasÃa Literaria de Jessica Galera)