Enero es el primer mes del año según nuestro calendario. Su nombre viene del latín “Ianaurius” que a su vez le llega, tras muchas modificaciones, del dios Jano.
¿Sabías que Jano es el dios de las dos caras?
Se representa con dos caras opuestas una joven que mira al FUTURO y otra vieja con la mirada hacia el PASADO.
Para este dios no hay PRESENTE ya que este (el presente) solo lo ocupa un instante.
Para los romanos era el dios de la buena suerte y le rendían homenaje al comenzar el año regalando monedas con su efigie.
A finales del año 2020, la Casa de la Moneda de Austria hizo la moneda dedicada al dios Jano con el deseo de que hubiera un futuro esperanzador. Esta era la octava y última con la misma temática.
Su valor es de cinco euros y va a ser muy codiciada por coleccionistas.
En ella están representadas, por el anverso, las efigies del dios Juno junto a las puertas del templo; en el centro una llave que nos recuerda que este dios era el que habría las puertas y los portones con la esperanza de echar fuera lo pasado y dejar abierta estas puertas para que entrara el futuro.
Esta cara de la moneda tiene para mi la siguiente lectura:
Frente a la cara vieja tenemos la noche, la oscuridad, un cielo estrellado que se extiende hacia el centro donde encontramos un reloj que nos indica el paso del tiempo, para terminar en la cara joven con un sol resplandeciente como símbolo de la claridad y de la esperanza.
Esta moneda no es redonda, la circunda un eneágono. En el reverso tiene, en cada cara, uno de los escudos de armas de las nueve provincias austriacas.
Si tienes interés en hacerte con esta moneda está en dos versiones, cobre con su valor facial, o sea, 5 euros y plata con un coste de 18.60 euros más gastos de envío.