Escalofríos al calor de la lumbre
- Virtudes Torres Losa
- 20 sept 2019
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 20 sept 2019

Las tardes de otoño, hasta que nos recogen nuestros padres, las pasamos en casa de los abuelos. Allí, al calor de la lumbre y, mientras en la calle silva el viento, sss, sss, la abuela asa castañas y nos cuenta historias de miedo.
‒… y entonces se escuchó ¡Buuu, buuu!, era el fantasma que empezaba su ronda nocturna asustando a todos los niños que aún estaban despiertos...
Entonces, cuando más asustados estamos, es cuando suena el Ring, ring del teléfono“, el ¡crac! de una rama que se quiebra, o el cu cú, cu cú, del reloj de cuco, y cualquiera de esos sonidos nos hace saltar de la silla.
Hoy nos ha asustado el piii, piii, del claxon del coche de papá que venía a recogernos. Ha pasado diciendo ¡brrr!, pero qué frío hace fuera, “aquí venden ropa”...
Interesante, puede que me anime. Aunque llevo tiempo que mientras que hago las cosas de casa escucho audiolibros o audios de terror, de fantasía... pero yo no les cuento nada de eso a mis peques, no soy tan cruel. jajaja.
Este es el libro que estoy terminando: https://www.blackiebooks.org/catalogo/los-fantasmas-favoritos-de-roald-dahl/ Son historias antiguas pero muy buenas. Puedes adaptarlas. 😉
Saben riquísimas y además calientan las manos. Aquí el frío llega antes. Tu eres un privilegiado.
Yo voy a ver si aprendo cuentos de miedo para contar a mis nietis.
Ey, que se me había pasado este!!! Qué bien saben unas castañitas cuando llega el frío, ¿verdad? Ya quea poquito!
Bien Virtu!