top of page
Buscar
  • Foto del escritorVirtudes Torres Losa

Un safari de película


Foto tomada de la red

Llevaba tiempo queriendo hacer un viaje tipo safari. No tenía intención de matar a ningún animal. Me encantan los animales y me gusta verlos en su propio hábitat, libres y felices o luchando por la supervivencia pero siempre sin que ningún humano perturbe su día a día.

Por fin conseguí ahorrar algún dinero y, tras leerme El libro de la Selva y ver la película homónima, quise vivir una aventura en la selva y me dispuse a disfrutar de un safari fotográfico. En mi viaje solo iba a sonar el disparador de mi cámara con un buen objetivo de largo alcance. Los trofeos serían las fotografías obtenidas y así me disponía a pasar el primer día de mis vacaciones en aquellas latitudes.

Sin saber cómo, justo al subir a mi jeep Doce monos me esperaban con caras de pocos amigos. Como no sabía qué hacer para alejarlos fui yo quien se alejó en busca de una frutería y compré algunos kilos de bananas, pues los plátanos están algo carillos, y los fui repartiendo lejos de mi coche y cuando los simios estaban distraídos comiendo me alejé rápidamente.

Más tarde me daría cuenta de que el mono más grande que he visto jamás, uno al que llamaban King kong, estaba en el asiento de atrás durmiendo “la mona”, sí porque se había bebido un litro de mistela casera que yo llevaba por si me tenía que infundir ánimos.


Foto tomada de la red

Ya en plena sabana esperé a ver pasar las manadas de leopardos, leones, cebras, o cualquier animal dispuesto a ser modelo casual de mi cámara. Pasaron los minutos, las horas y el sol era el único que seguía apareciendo porque los animales seguro que estaban a la sombra. Un susurro llamó mi atención, mi jeep se había llenado de bichos. Hormigas, serpientes, ratas, lagartijas, moscas y mosquitos, se habían dado cita a la sombra, en el interior del coche, despertando al super mono que, dando un manotazo para quitárselos de encima, lanzó un rugido tan potente como un trueno. Tras el estallido de cólera del simio, nubes de colores en forma de remolino se formaron en un instante repleto de árboles llegados de no sé dónde, muebles, pájaros y mil cosas más. Imaginé por un instante que me encontraba dentro de aquella película... Jumanji, creo que se llama.


Foto tomada de la red

Cuando todo aquello pareció volver a la normalidad, me puse al volante de vuelta al hotel de donde pensaba marcharme en cuanto consiguiera un billete de avión de vuelta a casa.

Aquel se ha convertido sin duda en un viaje increíble, aunque muy alejado de todo lo estupendo que yo había imaginado, más bien ha sido horrible. Mejor me hubiera quedado en casa viendo los documentales de la 2.

Pero yo creo que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra pues ya estoy ahorrando para mi próximo viaje. Esta vez me alejaré de desiertos y sabanas. He dispuesto que mi nueva odisea tenga la nieve como protagonista, pues ya estoy preparándome para una aventura en Alaska.


***


Esta es, para noviembre, la propuesta de VadeRetro del blog Acervo de Letras que maneja con maestría JasNet.



En esta ocasión va de MASCOTAS, yo me he demorado al escribir, pero nunca es tarde.

23 visualizaciones3 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page